martes, 15 de octubre de 2013

EL RETORNO DEL LADO OSCURO....


   Hoy estoy especialmente cabreada. Hoy mis dedos van más rápidos que mi cerebro. Hoy la indignación, la pena, la vergüenza y el enojo han hecho una bola que se ha acoplado en la boca de mi estomago y lucha por salir vertida con crudeza en este escrito, en este testigo mudo de mis pensamientos y sentimientos.

   Pero no quiero atropellarme. Quiero ser capaz de poner en orden este cúmulo de pasiones porque quiero que se entienda bien lo que quiero decir. Vamos a intentarlo. 

   Hace unos años, en este nuestro maltratado país, apareció un iluminado llamado Zapatero que se convirtió en Presidente de nuestro Gobierno. De sobra sabéis que no es santo de mi devoción, y que podría estar horas criticando y debatiendo lo que para mi han sido sus muchos fallos. Pero el peor de todos, el más cruel por innecesario. El más vil por lo que supone de abrir heridas cerradas y echar sal en cicatrices antiguas, fue, sin duda, la "Ley de la Memoria Histórica". Repito que podría hablar largo y tendido de los porqués de esta afirmación, pero no es de este error del que quiero hablar. Sólo necesito traerlo a colación para explicar lo que realmente quiero contar.

   Mis queridos leyentes ya conocen que soy alfafarense, ex-concejal de mi Ayuntamiento y retirada medio a la fuerza, medio voluntariamente, del PP local y valenciano.

   También saben, pues aquí lo he comentado, que en estos últimos tiempos por parte de miembros pertenecientes al grupo que gobierna el Consistorio de mi pueblo, se han vertido palabras de menosprecio y vilipendio sobre uno de mis barrios. También saben que hay miembros de ese barrio en huelga de hambre en la plaza y que el Alcalde se desvincula de lo que allí pueda suceder. Lo que no saben es que todo esto forma parte de una estrategia repulsiva ante la cual me revuelvo cual gato panza arriba.

   Durante casi una vida, ese barrio de mi pueblo, el Parque Alcosa, y en el que yo vivo, el llamado Casco Antiguo, no se han llevado bien. Los diferentes gobiernos que han pasado por el ayuntamiento, se han dedicado a mantener, e incluso promover, las distancias existentes por meras cuestiones partidistas.

   Valga decir como ejemplo, que al Partido Popular de los principios, le era muy complicado pisar las calles de ese barrio, por ser este mayoritariamente de izquierdas. Mi padre vivió esa época. Yo viví esa época. Una época en la que un coche electoral en el que yo iba sentada fue apaleado por un grupo de niños, lo cual provocó un momento de peligro, con frenazo incluido y yo en urgencias con la pierna vendada de tobillo a cadera esa misma noche. 

   Y que quede claro que no estoy demonizando a ese barrio, ni a esos niños que se dedicaron ha hacer lo que para ellos era una simple trastada. Me limito a poner ejemplos extremos de lo que pasaba para que se entienda con claridad cuál era la situación. 

   A este lado de la carretera, las cosas no eran muy diferentes con respecto a los "vecinos de enfrente". Reivindicativos y luchadores como han sido siempre, no es la primera vez que aparecen en la plaza para demandar lo que en cada momento consideraban eran sus derechos. y los comentarios de los del "centro del pueblo" eran igual de despectivos y de hirientes hacía "los del Parque" que los de "los del Parque" hacia los de aquí. 

   Pero llegó un momento en que los astros se alinearon. Gente joven del Parque Alcosa se implicó en el PP y comenzó a conocer el Casco Antiguo de la mano de los que vivimos aquí. Y a la par, ellos nos fueron enseñando las particularidades y las riquezas de su barrio. Y ambos grupos sufrimos y luchamos por unir dos pedazos de un mismo todo que habían estado separados por intereses políticos durante décadas.

   Y lo conseguimos. Vaya que si lo hicimos. Y han sido años de pisar las calles de cada barrio sintiéndonos todos en casa. Aquí y allí. Dejando de existir un ellos para ser todos un nosotros. Y si hay algo de lo que los que comenzamos a andar ese camino nos podemos sentir orgullosos es de que cuajó. Y fue trabajo nuestro. Sudor nuestro y esperanza en que todos vieran lo que nosotros sentíamos. Que somos un sólo pueblo, y que nos unen más cosas de las que nos separan. 

   Hoy, yo puedo decir con la mayor de las honras, que tengo verdaderos amigos de mi otro barrio. Que de las muchas veces que piso sus calles, me encuentro en cada esquina con gente que conozco y aprecio. Que los saludo, que me saludan. Que disfrutamos juntos de aquellas fiestas y de estas. Que compartimos barracones y misas. Fallas y música. Cafés y vidas.

   No digo que todo fuera perfecto. No existe la perfección. Obviamente quedan reticencias, miedos, recelos y gente que todavía no se ha abierto a la hermandad. Pero el camino entre los dos barrios es ancho y limpio, y lo es porque ha habido pioneros que lo han empezado a transitar y a limpiar de malas hierbas.

    Pero ete aquí, y es donde llega mi indignación más profunda, que los nuevos, esos "xics del poble", lo que en el Casco Antiguo siempre se ha llamado "los de pedigree" (no hay cosa que más odie de mi pueblo que ese clasismo rancio y añejo que pervive entre la endogámica clase de los "pura sangre"...) gobiernan ahora nuestros destinos. Y ellos, esos "sangre limpia" son los que nunca han querido abrir sus mentes y sus corazones a nuestros vecinos. Esos, que se creen superiores al resto por tener un mote y vivir en las calles más antiguas del pueblo, ahora, tras aniquilar sin temblor y sin conciencia a aquellos que no aceptamos sus tesis pasadas e ilegítimas, sin honor y sin conciencia, esos quieren, cual Zapatero lunático, reabrir las viejas heridas, cerrar el camino entre nuestros dos barrios. Fomentar las diferencias y desunir a un pueblo con los mismos rateros ánimos partidistas.

   Y para ello se dedican a llamar piojosos e indeseables a los huelguistas que están en la plaza. Y para ello proponen utilizar bates de béisbol para dar de comer caliente a los que por voluntad propia llevan 15 días sin comer. Y para ello abogan porque la policía los retire de la plaza que tanto esfuerzo les ha costado conseguir (¿?) y los meta en el calabozo para que sus niños no tengan que presenciar que hay gente con menos posibilidades de vivir que sus papis, ricos herederos o empresarios de éxito que no deben mezclarse con la chusma del pueblo, y mucho menos si vienen del otro lado de la frontera. Y para ello los cobardes de traje y corbata con sueldo municipal se dedican a enviar a sus palmeros, esos que se tienen que ganar un puesto (aunque ellos jamás tuvieron que hacerlo) a insultar y berrear en redes sociales públicas, con perfiles falsos y verdaderos, para reinstaurar las diferencias. Para constatar la victoria del lado oscuro.

   Y yo os grito desde lo más profundo de mi alma: ¡MALDITOS!. 

   Malditos por no ver más allá de vuestras narices. Malditos por insultar a MIS vecinos porque tienen ideologías y modos de vida distintos a los vuestros. Malditos porque no sois capaces de enfrentaros a ellos cara a cara, sino desde el anonimato de un perfil falso o desde la tranquilidad de vuestras casas tras la pantalla de vuestro ordenador. Malditos por demostrar que ciertamente existe la antigua derecha infumable y perdida, violenta y rezumante de odio. Pero sobre todo malditos una y mil veces por destruir el mejor de los legados que le pudimos dejar a nuestro pueblo, el principio de la unión y la consideración de un solo pueblo. 

   Vecinos y hermanos del Parque Alcosa, los que fuimos, NO SOMOS como los que están. Vecinos del Casco Antiguo, valorad la necesidad de considerarnos iguales. Alfafarenses todos, no permitamos que individuos como estos nos vuelvan a separar. 

   Porque Parque Alcosa, Casco Antiguo, Tremolar, San Jorge, .....etc, somos TODOS lo mismo.Un mismo y maravilloso pueblo: Alfafar.

   Le pese a quien le pese.

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