domingo, 29 de julio de 2012

TULLIDOS, BASTARDOS Y COSAS ROTAS.


   A ninguno de mis queridos lectores les resulta insólito, llegados a estos niveles, mi natural querencia a todo aquello que pueda ser, de un modo u otro, incardinado en el mundo de lo friki. Lo he proclamado y comentado sin tapujos y sin reservas en multitud de ocasiones. Allá donde haya una publicación, serie, película, cómic, libro, relato, ..... que tenga algo que ver con la fantasía épica, realidades paralelas, magia y hechicería, mundos virtuales, dragones, trasgos o caminantes blancos, espadas láser o caballeros oscuros,... no lo duden, ahí estoy yo, cual fanática enloquecida, bebiéndome a tragos largos y agotadores el material en cuestión.

   Haciendo honor a esa parte de mí, y como no podía ser de otra manera, uno de los últimos sorbos ha sido el de la 2ª temporada de la serie de la HBO americana "Game of Thrones". Y es que, si bien, (disculpen, pero toca momento autobombo...) este olfato friki mio me hizo dar con el rastro de la "Canción de Hielo y Fuego" (por si hay algún despistado, serie de novelas en que está basada la serie de televisión) hace mucho tiempo, mucho antes de que fueran pasto de la multitud, no por ello puedo rendirme a la fiebre venida de Poniente, y cómo cualquier hijo de vecino, he devorado la segunda entrega de los desvelos y dificultades de los Siete Reinos a través de los bites de internet. Y no contenta con ello, y dado que Dios me otorgó el impagable regalo de mi primo, otro espécimen perteneciente a la tribu de los freaks, el día de mi cumple, fui obsequiada con la cajita negra contenedora de los cinco deuvedes con la primera temporada televisiva al completo.

   Por supuesto, no piensen más. Me faltó tiempo para encender el reproductor y buscar los extras que nos ofrendan los productores.

   The Knigth's Watch (La Guardia de la Noche). Es el título de uno de los documentales que forman parte de ese material complementario que incluye el quinto deuvede. Para los legos en la materia (Dios mío, pero aún quedará alguien en el mundo que no haya oído hablar de lo que hablo.....!!!!), la Guardia de la Noche es una hermandad que protege, mantiene y vigila el Muro, una inmensa barrera de hielo de casi 500 kilómetros de largo por 213 metros de alto que separa los Siete Reinos de las salvajes tierras del norte. El Muro es la última frontera norteña civilizada del continente imaginado por George R. R. Martin en su mundo fantástico. Entre nieves perpetuas. En el centro del infinito invierno. Y viendo este extra, entre comentarios de actores, productores y demás y escenas de la serie, me tope con fragmentos como estos: 


"Es un lugar duro para vivir. Es un lugar frío para vivir." "Es el tipo de lugar que puede quebrar a las personas fácilmente. O hacerlas más fuertes" "Vinisteis solos, sin amigos ni honor. Vinisteis como ricos y vinisteis como pobres. Algunos de vosotros lleváis el nombre de Casas con orgullo. Otros, sólo nombres de bastardos. O ni siquiera nombre alguno. No importa"


   Y escuchando estas palabras, de repente, dejé de oír de hablar de Muros o mundos imaginarios. Ya no estaba frente a una ficción o personajes novelescos. Estaba frente a la más perfecta, clara y definitiva descripción de esta perra vida. La nuestra. La real. Esa que es dura y fría. Esa que quiebra a las personas con la facilidad con la que aplastaría un gigante a una hormiga. O que las convierte en héroes. Esa a la que llegamos solos, desnudos y con las manos vacías, y en la que algunos se encuentran oro, familia y apellidos mientras que otros no tropiezan más que con pobreza, careciendo incluso de lo más básico, un nombre.

   Y tuve la misma sensación que John Nieve la primera vez que se asoma en lo alto del Muro. Esa sensación de ser un ínfimo punto en una eterna extensión de cellisca y hielo. La certeza de que sólo aquellos que fuimos obligados a frecuentar la frontera de los muros, aquellos que fuimos obligados a mirar más allá y descubrir que no hay más que kilómetros y kilómetros de nada, aquellos que nos enfrentamos a su dureza y a su frialdad, somos conscientes de nuestro honor y nuestra fortaleza. De que sólo los tullidos, bastardos y cosas rotas somos capaces de saber el precio verdadero de un minuto de vida, de una sonrisa, de un te quiero. De que sólo aquellos que fuimos obligados a luchar frente a la fiera sin suficientes armas y salimos del combate heridos y vapuleados, pero vivos, somos conscientes de que todos vivimos en el Muro, en un fragilísimo equilibrio, luchando contra la ventisca para no caer del lado equivocado del filo.

   El resto, viven en el mismo muro, en el mismo borde. Pero no lo saben. Porque nadie les ha obligado nunca a mirar del otro lado. Pero el final es el mismo para todos. Caer a la misma orilla. Y en ella, unos llevaremos un equipaje y otros otro. Y las cosas rotas esperamos que nuestra experiencia haya servido de algo.

   Al menos allí. Al otro lado del Muro.



domingo, 22 de julio de 2012

FABRA II DE CASTELLÓN. "EL REY LOCO"



   Martes. 17 de Julio de 2012. Noche calurosa en Alicante. El regente de los destinos del pueblo llamado Levante, señor del Norte, segundo de su nombre y ocupante del Trono Azul, Rojo y Amarillo, se pone en pie. Abandona su asiento y se dispone a tomar la palabra. Comienza su intervención, la cual, digna como es de un Rey, es pedante, lisonjera, embrollada y tediosa. Sus entregados vasallos, como es lógico, ponen su mejor cara de atención, pero como han hecho toda su vida, desconectan. "Tres breaks de leche, patatas, papel higiénico, naranjas y arroz." "Mañana habrá que llevar a los niños a la playa. Uff... qué rollo ..." "¿Me dijo que cogía las vacaciones el 23 o el 24?"  Y así, cada mente de cada súbdito, anda enfrascada en las cosas importantes de su vida mientras su Alteza Serenísima sigue hablando: ".... y debido a las presiones de los que ponen la pasta cuando yo la necesito y a que los cuatro que mandan en la Federación de Fallas de Especial harán palmas con las orejas porque le podrán sacar más pelas a los guiris, porque yo soy el que manda, y porque me sale de la real verga, ordeno que me cago en los ancestros de todos vosotros, embobados siervos míos, y acabo con San José y la memoria y los muertos del Jaime ese al que tenéis la costumbre de llamar Conquistador ("usurpador" de mi gloria sería un nombre más apropiado, me cago en mis muelas....) y paso las Grandes Fechas de los valencianos a un simple lunes cualquiera......."  ¿Cómo?, ¿qué?, espera, espera......

   Un murmullo comienza a oírse por la sala. ¿Qué ha dicho?.... ¿Qué cambia qué?... La Cremà y el Nou d'Octubre, o eso me ha parecido oír a mí. Y por ahí, sin saber muy bien cómo ni de dónde ha salido, un súbdito despistado olvida la prohibición de decir en voz alta lo que se piensa y se oye un claro ¿PERO SE HA VUELTO LOCO?. Con un sólo movimiento del ojo derecho de su Dignísima Majestad, toda la Guardia Parda (qué acierto tuvo el que eligió el color de los uniformes..... lo que nos ahorramos en limpieza de la mierda que llevan encima...) se dispersa por la estancia para buscar al traidor. Debe recibir un castigo ejemplar. No se puede dejar suelto a quién ose manifestar públicamente su oposición al pensamiento del Reino. Es un mal ejemplo para las otras ovejas.

   Y así fue como decenios de celebración mariana al Padre Putativo de Nuestro Señor Jesucristo cada decimonoveno día del tercer mes de cada año pasó a la historia. Y así fue como, al igual que su hijo, el Santo José fue condenado a la pena suprema sin juicio y sin jurado. El poseedor del Trono Tricolor, "heredero" legítimo de su anterior dueño, ese que llegó, vio y venció en primer término sin batallas que luchar y sin ejército que sacrificar, había dictado sentencia. Y era de MUERTE.

   Y el Comité de Ancianos que había sido su sustento, su consejo y su fuerza en sus plácidos comienzos, se enteró de las nuevas a través de los buitres mensajeros, que las trajeron volando desde el sur del Reino. Y el Consejero patrono de la Junta Central Fallera no supo qué decir. Y la Señora de Rojo, Magistrada Suprema de la Capital del Reino, no supo que decir. Y los Maestros Constructores de las piras sagradas llamadas Fallas, no supieron qué decir. Y los Oficiales del más de millar de milicias llamadas Fallas, no supieron qué decir. Y los soldados rasos, esos que soportan el coste y el trabajo de los ejércitos falleros, no supieron qué decir.

   Porque todo se había hecho a sus espaldas. Como se dirigen los malos combatientes. Con armas largas y riesgo mínimo.

   Pero entonces pasó el primer impacto y el Consejero patrono de JCF comenzó a reaccionar. Y los Maestros Constructores comenzaron a hablar. Y los Oficiales comenzaron a responder. Y los soldados rasos clamaron por una rebelión. Y la Suprema Magíster, Señora de la Casa de Rojo amenazó con un motín  en el Palacio Blanco de la Capital.

   Y entonces el pueblo percibió que se trataba de una Conjura. La Conjura del Fuego. El Regente y la Gobernadora de la capital estaban inmersos en una lucha de poder. Y como en toda lucha de gigantes, los peones son los que sufren las bajas. Pero de eso ya no se acuerda nadie. Porque en el Reino no hay una auténtica lucha desde hace 17 años. Y por eso el reino se ha convertido ahora en una mera sucesión de traiciones, conjuras, lameculos y avaricia. Dónde la moneda de cambio son las estocadas traicioneras. Pero las puñaladas por la espalda no te preparan para un combate auténtico.

   Y el Rey comenzó a darse cuenta de que el pueblo tiene un límite. Y que al fin y al cabo, es el pueblo quién decide dónde reside el poder. Y desde su trono de oro, Fabra II de Castellón comenzó a recordar una vieja historia que le contaba su nodriza cuando era pequeño: en un antiguo reino llamado España, siendo el rey un tal Carlos III, tras una época de descontento generalizado por  la subida de los precios de los alimentos de primera necesidad, que produjo una verdadera situación de hambre entre las capas populares, y que se atribuía a las medidas de reforma económica promovidas por el principal Ministro del Rey, el pueblo sólo se alzó en armas, llegando a peligrar la integridad del Monarca, tras la prohibición del uso de prendas de vestir populares como la capa y el sombrero españoles. (*)

   Y comenzó a temblar, porque comprendió que el valenciano, pueblo tranquilo y manso donde los haya, también tiene un límite. Y tocarle sus Fallas es como tocarle a la madre. 

   Y por su propio bien, comenzará a replegar sus tropas. O se atendrá a las consecuencias. La Conjura del Fuego se volverá contra él. Y muy probablemente se quemará en una gran pira de ira y fuego que él mismo encendió.

   Y Levante tendrá un nuevo Rey.








(*) Motín de Esquilache. Madrid. 1766.

lunes, 16 de julio de 2012

SE ME ROMPIÓ EL AMOR.....


   Así empieza la famosa canción de la difunta intérprete, y tras los últimos días vividos en los que los ratos pasados con vecinos de uno de los barrios de mi pueblo que ahora celebra sus fiestas populares me han traído conversaciones olvidadas, y en que mis habituales lecturas del "caralibro" me arrastran sin remedio al mar tormentoso y revuelto de la política, esa es la frase que me escupe el corazón. Se me rompió el amor.

   A estás alturas de la película, las aguas políticas de mi cuerpo ya han conseguido una cómoda calma chicha, pero ete aquí que recuerdos dormidos han sido removidos en sus profundidades, y pequeñas situaciones corrientes, sin mayor trascendencia, acompañadas de palabras sencillas, inocentes, han venido a echar puñados de sal a mis heridas. Y el resultado ha sido: NADA. No ha escocido. No ha dolido. NADA.

   Y esa circunstancia me apena y me alivia en la misma medida. Me alivia porque me confirma que soy la mujer fuerte que he sido siempre. Que soy quien soy y mis raíces son tan profundas que mi organismo encuentra el modo de cicatrizar cada vez más rápido mis llagas. Que mis principios son tan férreos que los rebuznos de gentes burdas e insustanciales apenas llegan a rozarme cual tenue y lejana brisa.

   Pero me apena extraordinariamente. Me apena porque la celeridad con que se han calmado mis traumatismos es directamente proporcional a la magnitud del golpe recibido.

   Dieciséis años de mi vida creyendo en la posibilidad de una política real y sana. Dieciséis años de mi vida creyendo que querer gobernar es un anhelo basado sólo en la necesidad inherente en el individuo de desarrollar sus capacidades al servicio de la comunidad. Dieciséis años de mi vida creyendo que los crápulas reptiles sin oficio ni beneficio, acostumbrados a conducir sus vidas con los codos a modo de arma y con ausencia absoluta de escrúpulos y entrañas, eran la excepción que confirmaba la regla. Y todo ello con la bendita obstinación propia de la juventud. Esa que te lleva a oír las advertencias de los mayores pero que al mismo tiempo te susurra que no es tu caso. Eso les pasa a otros que no tienen tu convencimiento. Eso les pasa a otros que no tienen tus conocimientos ni tu seguridad. Eso les pasa a otros, pero a ti no. Nunca.

   Y de repente llega un maldito grupo de mercenarios, sin patria, sin principios, sin conocimientos. Fanáticos como sólo pueden serlo los ignorantes absolutos que al carecer de base alguna son incapaces de plantearse la más mínima duda moral sobre el bien y el mal. Y lo arrasan todo.

   Fieles herederos de la orden de los exaltados y sectarios musulmanes llamados "Hashshashin" (cuyo significado es "bebedores de hachís" y que es el origen etimológico de la palabra asesino), llegaron y lo aniquilaron todo, dejando tras de sí un rastro de tierra quemada, cadáveres (algunos de ellos aún andantes), suciedad y podredumbre. Y como toda secta que se precie, desdeñando, vilipendiando y relegando a todo aquel que osara inducir a sus huestes a un momento de reflexión. O estás conmigo, o contra mi. ("Sólo un Lord del Sith es tan radical. Anakin ha muerto" Obi Wan Kenobi dixit.)

   Y con su fuego y su ira, devastaron los últimos resquicios de mi creencia en el sistema. Y mi sistema se llamaba Partido Popular. Y ya sin venda en los ojos, arrancada a empellones, y sin cartílago en la nariz, desparecido por los golpes, me encontré con un PP maloliente y podrido. Lleno de muertos que ni siquiera sabían que lo estaban y que compartían cama y mantel con sus matadores. Lleno de belcebús consagrados y pútridos aspirantes a serlo que ejecutaban las purulentas ordenes con fruición a la espera de la palmadita en el lomo del diabólico amo. Lleno de corrompidos gusanos preocupados únicamente por conservar su cabeza en el angosto camino de la búsqueda  de su trozo de pastel de diez raciones por el que luchan cien mil gusanos igual de infectos que ellos.

   Y de repente me encontré como el sheriff de "The Walking Dead", en una ciudad muerta y sin ley, en la que los códigos y las normas no sirven más que para encender las hogueras en las que quemar a los sentenciados por la inquisición de los supremos zombies.

   Y me sentí sucia. E idiota por no haber visto nada de aquello antes. Alguien me había hecho tragar la pastilla azul a las bravas y yo había sido expulsada de "Matrix" sin oportunidad de decidir. Ya está. No hay vuelta atrás. Los cables que me mantenían unida a esa realidad virtual han sido arrancados de mi mente sin piedad y sin clemencia. Y ahora sólo veo el verde código binario reproduciendo el mal guión escrito por los amos del cortijo.

   Ahora que mi alma vuelve a está limpia, y que la distancia me ha permitido ser consciente de que cometí un error natural, fruto de la candidez de la juventud y de la nobleza de mi esencia, sólo me queda la sensación de desgarro. Y la obligación moral de luchar contra los guionistas corruptos. Es hora de que caigan caretas. Es hora de mostrar sus gangrenadas tripas a quien las quiera contemplar. Es hora de verdades desnudas. Crueles.

   Se me rompió el amor "popular" de tanto usarlo. Se fue y dejó el vacío que deja cualquier amor al marcharse. La realidad me enseñó que el PP no era diferente del resto de partidos políticos. Que son todos una peli de muertos vivientes de serie B. De esas que no tienen presupuesto, ni ideas, ni guionistas. De esas que se limitan a lo fácil. A acabar pronto. Sin importar si el resultado es bueno. Ni la calidad de sus actores, siempre que sean fáciles de comprar.

   Solución : volver a los clásicos. El blanco y negro nunca falla. Los grandes maestros aún tienen mucho que enseñarnos. Y algunos alumnos, estamos dispuestos a aprender.

lunes, 9 de julio de 2012

MENS SANA IN CORPORE SANO

   Para los antiguos griegos la práctica del deporte era fundamental para la educación de los jóvenes, no sólo de los varones, sino también, en algunas ciudades como Esparta, de las mujeres. Era también una forma de prepararse para la guerra, de expresar su religiosidad, ya que las celebraciones deportivas solían tener un origen mítico y venían acompañadas de manifestaciones y festivales religiosos. Desde un punto de vista político los grandes eventos deportivos, que se celebraban anualmente en Grecia, eran una forma de incrementar el prestigio de las distintas polis además de servir de expresión de la existencia de una  comunidad helénica por encima de las diferencias y conflictos entre las polis en que se dividía el mundo griego y contrapuesta al mundo no griego, es decir los “bárbaros” o no griegos.

   Como ningún otro pueblo de la antigüedad, los griegos rindieron culto  a la belleza y al vigor del cuerpo, para ellos el hombre de bien, el gentilhombre, no era sólo el hombre culto y bondadoso, sino el que unía a las virtudes morales, la belleza y la salud física.  


    En uno de los diálogos de Luciano de Samósata, el legislador Solón trata de convencer al escita Anacarsis de la importancia de los ejercicios atléticos a los que se entregaban los jóvenes atenienses y que al “bárbaro” parecían inútiles y peligrosos: “El cuerpo de un hombre de bien no puede ser mullido y blando. ¡Mira  a los bronceados jóvenes Atenienses! Son como deben ser los hombres, llenos de vida y vigor, saludables, no rugosos y marchitos y aún menos gordos, pues el sudor ha hecho desaparecer la grasa superflua y no les quedan más que músculos y fuerza. Y ello gracias a la dieta y al deporte […] No se entrenan solamente para ganar premios en los festivales, pues sólo unos pocos lo consiguen, sino que tales ejercicios resultan beneficiosos tanto para la ciudad como para los mismos jóvenes. Todos los ciudadanos quizás algún día deberán tomar parte en combates mucho más importantes, combates por la libertad del individuo y por la independencia y prosperidad de la patria… El deporte los habrá hecho ágiles, fuertes, osados, tenaces, en una palabra, temibles para el enemigo”. 

   Estos últimos días, los españoles hemos vivido acontecimientos deportivos varios. Desde la bendita Eurocopa futbolera ucranio-polaca hasta la british verde hierba de Wimbledon, pasando por el Gran Premio de Europa de Formula 1 2012 en el Valencia Street Circuit.

   Y durante todo ese tiempo, mis queridos lectores, al igual que yo, hemos tenido que soportar multitud de mensajes en las redes sociales (especialmente en la bestia parda que es el caralibro), de esos modernos y progres en los que, intentando demostrar una superioridad moral e intelectual digna de estudio, se nos afeaba la conducta a esos locos por el deporte que esos días devorábamos y disfrutábamos a partes iguales de tanta retransmisión deportiva.

   Y aunque debo hacer una distinción entre los mensajes censurantes entre la competición del motor y la balompédica, en todos y cada uno de los casos, resonaba en mi cabeza la cita latina proveniente de las "Sátiras" de Juvenal "Mens sana in corpore sano" (Sátira X, 356). O lo que es lo mismo, y cómo lo entiende el común de los mortales, "una mente sana en un cuerpo sano". 


   Y es que, en el caso de mi seguimiento de la Selección Española de fútbol, me he sentido como el famoso niño de la canción, con un montón de adultos diciéndome: deja de joder con la pelota....... Pues oigan, señores adultos: DÉJENME EN PAZ. En cuestiones de pelotas, soy un niño. Y cuanto más pequeño, mejor. No es que tenga derecho a jugar, es que es mi obligación. 


   Durante días tuve que soportar que me llamaran borrega, insensible, facha, abstraída de la realidad, inculta, inconmovible, inconsciente, desentendida, desinteresada, despreocupada, dura, impasible, indiferente, fría, ....... Oigan, que tuve que pararme un día cuando estaba a punto de llamar a la Guardia Civil para que me detuvieran, y pensar:  "eh, eh, eh,....para un momento...que tu no eres rica, estás en paro, a tus amigos se les está quemando la casa, hace siglos que no salgo a cenar, ni me acuerdo de cómo es un cine, no he vivido nunca de la política, no he robado, no soy de la horripilante tribu de los banqueros, ........ vamos que soy tan pringada o más como el que me acusa de borrega, insensible, facha, abstraída de la realidad, inculta, inconmovible, inconsciente, desentendida, desinteresada, despreocupada, dura, impasible, indiferente, fría, ......." 


   Noventa minutos (o los angustiosos ciento veinte más penales rojiverdes). Noventa minutos cada cuatro o cinco días para olvidarme de todas mis penurias, ¿y aún he de pedir perdón por ello?..... Definitivamente, voy a convertirme a la religión maya. Ya mismo. Tienen razón. Esto se acaba.


   Y no entraré en las etiquetas de nacionalista españolista (o algo así lo llaman... que manda huevos...), facha, radical, ¡de derechas!, tradicionalista, chauvinista, xenófoba, patriotera, fanática, ...etc por sentirme orgullosa de mi patria y sentir los colores de mi bandera TAMBIÉN en el fútbol...... En eso no entro, amigos. No tengo el cuerpo para más gilipolleces.


   Dónde sí entraré, y a saco, es en los otros mensajes. Esos de "menos Fórmula 1 y más hospitales", "menos Alonso y más profesores", "menos monoplazas y más perroflautas".... y otros ejemplos varios, todos ellos aderezados con fotos de Rita con Ecclestone, Fabra con Alonso, el que pasaba por la puerta con el que lleva el mocho, ....... y así en un bucle infinitesimal digno de los ingenieros del acelerador de partículas. 


   Vamos a ver, queridos, abogo, apoyo, defiendo, aliento, estoy convencida que una de las OBLIGACIONES de nuestros gobernantes (léase los que mandan, sin colores, sin siglas) es la de organizar eventos que supongan incrementar el prestigio, la difusión y el conocimiento de sus ciudades en todo el mundo. Mmmmm... esperen, ... esto me suena....., ¿¿?? (*) Y no sólo eso, sino en la OBLIGACIÓN de organizar eventos deportivos que fomenten su práctica y sus valores entre los jóvenes cachorrillos de la city. 
Mmmmm... un momento, ... esto también, ¿¿?? (**).


   Pero es que, además, va y resulta que esos eventos generan trabajo y dejan dinero. Creo que esto también lo he oído antes: inversión=beneficio. Beneficios con los que construir y/o mantener nuevos/viejos hospitales, nuevos/viejos colegios, nuevos/viejos profesores y/o viejos/viejos perroflautas. 

    En fin, queridos lectores, que aunque el mío sea un deporte manual (...ya estamos pensando mal.....que os veo venir....), porque me limito a darle al botoncito del mando, no puedo estar más de acuerdo con nuestros padres griegos/romanos. Más mente sana en buenos cuerpos y menos mentes podridas en cuerpos políticamente correctos.

   Para terminar, os dejo el fragmento completo de la Sátira X para que leáis la cita que titula ésta mi entrada en su contexto completo:



«Orandum est ut sit mens sana in corpore sano. 
Fortem posce animum mortis terrore carentem, 
qui spatium vitae extremum inter munera ponat naturae, 
qui ferre queat quoscumque labores,
nesciat irasci, cupiat nihil
et potiores Herculis aerumnas credat saevosque labores et venere et cenis et pluma Sardanapalli.
Monstro quod ipse tibi possis dare; semita certe
tranquillae per uirtutem patet unica vitae.»


Se debe orar a los dioses que nos concedan una mente sana en un cuerpo sano.
Pedir un alma fuerte que carezca de miedo a la muerte.
Que considere el espacio de vida restante entre los regalos de la naturaleza.
Que pueda soportar cualquier clase de esfuerzos
Que no sepa de ira, y esté libre de deseos
Y crea que las adversidades y los terribles trabajos de Hércules son mejores que las satisfacciones, la fastuosa cena y la placentera cama de plumas de Sardanápalo (Sardanápalo, fue un rey asirio que era representado por los antiguos griegos como un sátrapa disoluto, apegado a los lujos y placeres sensuales al mejor estilo de las cortes orientales).
Te muestro lo que tú mismo puedes darte, con certeza que la virtud es la única senda para una vida tranquila. (***)



NOTAS:

· (*) véase el principio del escrito que ejemplifican el pensamiento griego.
· (**) ídem.
· (***) la traducción es rebatible. Como todas las traducciones del latín. Que en la lengua madre, una misma frase puede tener más significados que una ley en manos del ex Garzón......



   

   





domingo, 1 de julio de 2012

MENTIRAS "CIENTÍFICAS"


   Como todos mis queridos lectores han podido comprobar, y mi gente sabe de buena tinta, una parte muy importante de lo que soy, cómo siento, y en qué pienso, viene dada por mis raíces. Dios me bendijo con la dicha de nacer en este bendito trozo de tierra, sin duda, lo más parecido que existe en todo el planeta a la corte celestial. Valencia corre por mis venas con una fuerza inexorable, y por eso, porque yo soy Valencia, alimento mi espíritu con sus olores, con sus sabores con su cultura y con su historia.

   La mayor parte de los mortales hemos crecido con momentos en que nuestras madres nos abrazan y arrullan relatándonos anécdotas e instantes de su vida, circunstancias que atesoramos como una parte importante de la asimilación de nuestras madres y su conocimiento a nuestro propio ser. 

   Pues bien, Valencia también es mi madre, y por eso siempre he tenido la necesidad de que me cuente sus historias. Y por eso siempre he bebido, buscado, indagado, investigado, rastreado y leído todo documento, libro o artículo de su historia que he sido capaz de encontrar. Y ete aquí, que en ese proceso de conocimiento profundo de mis orígenes me he tropezado con hirientes mentiras.

   Desde mi más tierna infancia, mis libros de texto dedicados a guiarme por los entresijos de mi lengua, han contenido extrañas teorías y nomenclaturas. Siempre recordaré que desde que tengo recuerdos, lo primero que hacía en ese momento curioso y nervioso en que los libros del nuevo curso caían en mis manos era buscar el libro de Valenciano, abrirlo y ojearlo ansiosa con la esperanza de encontrarme con algo distinto. Pero no. Indefectiblemente, año tras año, me encontraba con el maldito y falso mapa de unos inexistentes "països catalans" con el que me clavaban una aguja más en el orgullo y pegaban otro estirón de mi dignidad y mi integridad.

   A lo largo de toda mi vida de estudiante he tenido que vérmelas con ficticias coronas "catalano-aragonesas", con adulteradas versiones de la Reconquista valenciana y con amañados recuentos de hablantes de mi lengua. Y la excusa para todo ello era que eso es lo que los "científicos" de la lengua sostienen. Pues bien, intoxicados y falsos eruditos de mentes y espíritus colonizados, allá va mi versión. Por fin, después de años de leer y vomitar, de escuchar y devolver y de estudiar para olvidar (aunque no crean, que mis profes de "valenciano" y yo nos las hemos tenido tiesas toda la vida.....), es mi momento. Hoy soy yo la que va a instruir sobre su verdad, verdad que no he inventado yo. Afortunadamente, el mundo y la vida siempre dispondrá de personas que se cuestionen toda tesis oficial, de gente que dedique su tiempo y sus esfuerzos en investigar otras posibilidades. De ellos es el mérito de lo que expondré aquí y no mío. Yo solo tuve la suerte de encontrarme sus conclusiones en mi camino, y  así, poder hacerme una composición de lugar que a todas luces me parece más objetiva y creíble.

   Aquellos que defienden que lo que yo, valenciana, nacida en Valencia, de padre valenciano, de abuelos valencianos, de bisabuelos valencianos, de ......, hablo es catalán, lo hacen basándose en una teoría según ellos irrefutable: la repoblación de Valencia por catalanes tras la Reconquista del Rey Jaume I. Según "esos", los nobles catalanes que se trasladaron a nuestras tierras a vivir, nos trajeron en la misma bolsa en que viajaban sus Biblias, una nueva lengua. Bien. Veamos pues si eso es posible. 

   Tras la Guerra Santa que dio lugar a la Reconquista de Valencia, su reorganización bajo dominio cristiano resultó bastante difícil. Surgieron inmediatamente dos problemas planteados por los antiguos pobladores (musulmanes, muladíes  y mozárabes) y por el reparto de las tierras, que habían quedado vacías, entre los cristianos que habían participado en la conquista . Poco después de la victoria cristiana encontramos dos posturas: la eclesiástica, encabezada por el obispo valenciano Arnaldo de Peralta (1243-1248) que fue un acérrimo defensor de la expulsión de todos los mudéjares, de acuerdo con la mentalidad pontificia que recogió en su carta al Papa Clemente IV (1266), cuando escribía a Jaime I para urgirle la expulsión de los mudéjares de sus reinos, y la postura de los nobles, que veían en la expulsión una mengua de sus intereses.

  El rey cristiano optó por asegurarse la supervivencia de sus nuevos territorios y dio una serie de estatutos especiales para los musulmanes que quisieran quedarse en distinta poblaciones valencianas. El 1277 el rey Pedro III repoblaba Serra con musulmanes y, poco después, autorizaba a vivir en la morería de Valencia a cuantos musulmanes quisieran ir allí y en 1279 invitaba a todos los sarracenos de la frontera de Castilla que se trasladasen a poblar Villarreal. Las revueltas de los mudéjares de Valencia contra Jaime I fueron frecuentes pero fácilmente sometidas. De esta manera, la Historia acepta la cifra de alrededor de doscientas mil personas las que permanecieron en casa.

   Comprobamos pues que aunque es muy difícil fijar el número de pobladores musulmanes que se quedaron en el Reino de Valencia después de la conquista, es un hecho documentado, contrastado y verificado que Valencia y sus tierras no se convirtieron en un desierto tras la entradas de las hordas cristianas. Como en todas las guerras, hubo desplazados, muertos y presos, pero no un éxodo completo

   Si queremos ponerle una cifra a esos musulmanes que permanecieron, la que es oficialmente aceptada nos habla de unos 200.000. Pero sigamos.

   El rey Conquistador había prometido en las Cortes de Monzón dar dos yugadas de tierra y una casa a cada peón que interviniese en la conquista de Valencia y el doble a los caballeros. Claro que todo estaba condicionado a que la conquista fuera efectiva. El éxito fue muy grande pero a la hora de materializar el reparto resultó que el rey habia repartido más tierras de las que había conquistado por lo que decidió dar tierras tan solo a aquellos que se “avehinasen” (quedase a vivir) en Valencia.

   Y aquí es donde entra en escena el venerable "LLibre del Repartiment" (1237)  y “els Libres de Avehinaments” (1357 y sucesivos). Para los que no lo sepan, el Llibre del Repartiment es un libro donde los escribas del Rey registran meticulosamente las promesas de donación de casas o terrenos hechas por Jaime I a aragoneses, catalanes, navarros, ingleses, húngaros, italianos y franceses, es decir a todos los que participaron en la cruzada que fue la conquista de Valencia cuando ésta hubiera finalizado. Así, el 7 de julio de 1237 los notarios del rey comenzaron a anotar en el libro primero del “Repartiment” (el completo consta de tres tomos) el nombre de la persona que asistía al asedio de Valencia y el número de casas y yugadas de tierra que se le ofrecía. Una vez conquistada la ciudad, se llevaron a efecto las donaciones y los notarios del rey extendieron los documentos correspondientes, muchos de los cuales se conservan. Y, en cuanto el título de propiedad se extendía , los escribas del rey cancelaban la promesa escrita con unas señales. "Els Libres de Avehinaments”, como su propio nombre indica,  recogieron los nombres de los que realmente se quedaron a vivir en las tierras conquistadas. 

    Tras la lectura de todos estos documentos, queda demostrado que los repobladores solamente fueron unos pocos miles y por tanto, aumento de la población del reino de Valencia no llegó a un 5% con la inmigración aragonesa y catalana. Pero, ¿cómo se dividió ésta entre ellos?.

    Pues bien, En el año 1972 el profesor Ubieto hizo un estudio contrastivo  de los nombres aparecidos en “el Libre de Repartiment” con los nombres de las personas que constan en los “Libres de Avehinaments” (siglo XIV y sucesivos) donde están los documentos de avecindamiento de cuanto quisieron adquirir la vecindad valenciana tras la conquista obteniéndose los siguientes porcentajes:

               Entre 1387-1396: 1´2 % de la población eran nombres catalanes
               Entre 1401-1450: 4´23 % de la población eran nombres catalanes
               Entre 1450-1475: 2´5 % de la población eran nombres catalanes

   Así, entre 1401-1450, el porcentaje es de 4´23 %, y para 1475 el porcentaje de catalanes es el 2´5 %. Porque, como afirma el profesor Ubieto en su libro: “Hay una constante histórica interesante : la inmigración catalana en Valencia ha sido siempre, desde el siglo XIII, una de las menos numerosas proprcionalmente” (“La inmigración en la Valencia Medieval” Temas valencianos. ANUBAR. 1972).

   Por todo lo dicho, la existencia de una “parla romanç” autóctona, procedente del rompimiento del latín y enriquecida con numerosos préstamos lingüísticos procedentes de las distintas invasiones anteriores a la conquista del Reino de Valencia, y por tanto la imposibilidad real de que apenas un 4 % de la población impusiera un idioma nuevo, ha quedado sobradamente demostrada.

   De momento, hemos probado, que cuanto menos, catalán y valenciano son coetáneos, y no sucesorios, pero entonces, ¿por qué los "científicos" siguen llamando a mi lengua catalán? A todas luces, esto es una locura, pero por si faltaban elementos dementes ante esta irritante manía, estudiemos ahora los que la lingüística considera de una lengua o idioma.

   La teoría nos dice que: "una lengua es un sistema de signos (palabras) y de reglas para su comunicación utilizadas por una comunidad; convencionalmente una lengua es un idioma.
Para ser considerado lengua, una manifestación idiomática tiene que presentar las siguientes características: 1ª. Contar con un modelo lingüístico propio, reconocido por todos sus habitantes y considerado modelo ideal por los más cultos (Real Academia de la Lengua, en el caso del español). Esto quiere decir que se diferencia de otras lenguas porque tiene una gramática, un vocabulario y unas reglas propias. 2ª. Tiene escritura 3ª. Es el vehículo ideal de transmisión de la cultura 4ª. Ha desarrollado tradición literaria" 


   Hagámos especial hincapie en la cuarta característica. Tradición literaria. 

   Mis queridos lectores saben bien lo que pienso de la peligrosidad de considerar a wikipedia como una verdadera enciclopedia, pero esta vez, y sin que sirva de precedentes, obviaremos las dudas de la "cientificidad" de la sabelotodo de la red y, en aras de simplificar la explicación, la tomaremos como referencia. Valencia tiene una tradición literaria. Su máximo esplendor: el  Siglo de Oro de las Letras Valencianas. 

   Wikipedia lo define así: "El Siglo de Oro valenciano o Siglo de Oro de las Letras Valencianas, corresponde a un periodo histórico que abarca prácticamente todo el siglo XV.
Considerándose un gran movimiento cultural, abarca todas las ciencias de la época y aporta las mejores obras literarias en valenciano escritas en el reino de Valencia. La inmensa mayoría de grandes escritores de esta época son valencianos o escriben en valenciano. Este gran resurgir del Reino de Valencia se finalizará con el descubrimiento de América, la corona de Aragón junto con la corona de Castilla aplicará todos sus recursos en esa gran empresa. Otro importante factor será la inquisición, que produce la huida de gran número de intelectuales, así como de comerciantes, y orfebres.

Para comprender realmente este movimiento es fundamental comprender el entorno, ya que cualquier movimiento cultural si bien puede nacer de un cambio, necesita cierta estabilidad para su crecimiento.

Situación socio-política

Primero sería interesante saber que en estas tierras ya estaba sembrada la semilla, aunque ésta venía desde otra cultura, la árabe. Como Taifa Balansiya, se introdujo por primera vez en el mundo occidental el papel, así como multitud de ciencias. También se tradujeron multitud de textos, tanto de la lengua árabe, como de las lenguas romances, y del idioma hebreo.
Tras la muerte de Martín el Humano y la ausencia de un sucesor directo, siguen unos años de inestabilidad. Valencia hasta el momento había disfrutado de entidad propia y era administrada por autoridades públicas, jueces y tribunales, anteponiéndose estos al derecho de señores y nobles.
Las ambiciones de los nobles aragoneses y señores catalanes, que de nuevo se ven con posibilidades de extender sus señoríos y ampliar sus dominios personales, revocando los derechos conseguidos por el pueblo valenciano establecidos desde Jaime I. Con el Compromiso de Caspe (1412), se consiguen frenar esas ambiciones, ya que es elegido como sucesor Fernando I de Aragón, de la casa deTrastámara. Esta casa se distingue por su vinculación a la burguesía, limitando el poder de los nobles. Con el reinado de Alfonso el Magnánimo (1416-1458), la Corona de Aragón, y su cierta pacificación con Castilla, comienza una política exterior expansiva por el Mediterráneo.
Los conflictos en los Condados catalanes y en el Reino de Aragón hacen que la burguesía huya de las ciudades al campo o al Reino de Valencia, donde no se dan los estos problemas. Barcelona entraría en franca decadencia y por el contrario la ciudad de Valencia creció hasta alcanzar los 75.000 habitantes a mediados de siglo, por lo que era la segunda ciudad más grande de la península tras la Granadanazarí. La capital valenciana era el centro económico, político y social de la Corona de Aragón y de ahí el florecimiento intelectual que la convirtió en un foco literario de importancia. Hay que destacar que el Siglo de Oro es un fenómeno exclusivo de la capital del Turia ya que no tuvo paralelismo en las otras ciudades importantes del Reino de Valencia.
También cabría destacar la convivencia de diferentes culturas, creando corrientes humanísticas muy importantes. Muchas de las ideas humanistas se extendieron por Italia y Europa, al igual que los éxitos militares conseguidos por la Corona de Aragón.

[editar]Hechos relevantes

El primer libro impreso en España se realizó en Valencia. Esto denota un gran impulso sobre las obras escritas. Esta obra se titula Obres o trobes en lahors de la Verge Maria impreso en el año 1474."

 
    Sus máximos exponentes, autores tan reconocidos como Jordi de Sant Jordi, Ausias March, Joanot Martorell, Joan Roiç de Corella, Jaume Roig o Sor Isabel de Villena.

   ¿Habéis intentado buscar información sobre un Siglo de Oro de la Literatura Catalana?. No os canséis. No hay. No existe. Nunca se ha dado (porque la usurpación hecha por la Generalitat de Cataluña de la Valenciana no cuenta. Eso es trampita, oiga...)

   Entonces, si según hemos visto y demostrado, es un hecho que en el territorio valenciano ya se hablaba una lengua romance antes de la Reconquista, si es absolutamente imposible que el porcentaje infímo de catalanes que repoblaron este Reino tras ella nos regalaran su cambiaran la lengua,y si la única lengua que ha desarrollado una tradición literaria, requisito imprescindible para considerar un idioma como tal, ha sido la valenciana, ¿cómo es posible que haya personajes que sigan enarbolando la excusa de los "científicos" para mentir sobre mi lengua?.

   Yo se lo diré. Intereses, megalomanía y política catalana. Cuando uno no tiene hitos de los que sentirse orgulloso, es más fácil robárselos a los vecinos. Y ese es el proceder de los vecinos gobernantes del norte desde hace demasiados años. La pena: los valencianos que se venden a sus tesis y los pobres que, sin ser de espíritus críticos, las aceptan como verdades absolutas por el simple hecho de que venía así escrito en sus libros de la escuela. 

   Aún así, la verdad subsiste. La ciencia también miente. En un mundo de mentirosos y mentiras, ella no iba a ser la excepción. 

   Y gracias a los cielos, aún quedan unos cuantos locos como yo, capaces de desafiar al sistema y proclamar con toda la firmeza, la objetividad, la furia y por la madre que nos parió, que mi madre (Valencia), mis hermanos y yo, sólo sabemos hablar una cosa: VALENCIANO. 

   Y a mucha honra.